LICHTENSTEIN

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Desde que me compre este libro (que por cierto no me llego ni a 6 € en la rebajas, ¡toda una ganga!) ha aumentado mucho más mi admiración hacía este autor. Y es que el tio hacía lo que quería. Copiaba, creaba y era el rey indiscutible de los puntos esos que estaban por todos lados. Además de encantarme su sentido de la estética, sus ideas sobre el concepto del todo en la obra desvinculándose del objeto, su atrevimiento al decir que los Mc Donalds son la arquitectura de Estados Unidos y sobre todo, su experimentación, pasando por el surrealismo, el art-pop-deco y cualquier cosa que le viniera en gana manteniendo siempre su estilo inconfundible. Además, lo que mas me llama la atención es que el tio era un CREADOR con todo lo que conlleva la palabra, dejando a un lado toda la parafernalia y la tontería de muchos «artistas» que van del rollo de búsqueda de la espiritualidad, del mensaje, de la enseñanza de algo en sus obras. Los que se crean eso que se metan a misioneros o que donen todos sus bienes y veras como así ayudan de verdad en vez de tanto rollo bohemio. Palabras tan simples como estas, donde se aprecia exclusivamente su afán creativo, libre de ideologías, deberían pasar a la posteridad:
» Sería difícil encontrar a alguien que no pensara que mis obras son satíricas, o que no dicen nada… No se muy bien que mensaje social contiene mi obra, o si contiene alguno. Pero en realidad no quiero que tenga ninguno. No me interesa el tema de intentar enseñar algo a la sociedad, o de intentar mejorar nuestro mundo de algún modo» Un tio honesto, sin duda.
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Desde que me compre este libro (que por cierto no me llego ni a 6 € en la rebajas, ¡toda una ganga!) ha aumentado mucho más mi admiración hacía este autor. Y es que el tio hacía lo que quería. Copiaba, creaba y era el rey indiscutible de los puntos esos que estaban por todos lados. Además de encantarme su sentido de la estética, sus ideas sobre el concepto del todo en la obra desvinculándose del objeto, su atrevimiento al decir que los Mc Donalds son la arquitectura de Estados Unidos y sobre todo, su experimentación, pasando por el surrealismo, el art-pop-deco y cualquier cosa que le viniera en gana manteniendo siempre su estilo inconfundible. Además, lo que mas me llama la atención es que el tio era un CREADOR con todo lo que conlleva la palabra, dejando a un lado toda la parafernalia y la tontería de muchos «artistas» que van del rollo de búsqueda de la espiritualidad, del mensaje, de la enseñanza de algo en sus obras. Los que se crean eso que se metan a misioneros o que donen todos sus bienes y veras como así ayudan de verdad en vez de tanto rollo bohemio. Palabras tan simples como estas, donde se aprecia exclusivamente su afán creativo, libre de ideologías, deberían pasar a la posteridad:
» Sería difícil encontrar a alguien que no pensara que mis obras son satíricas, o que no dicen nada… No se muy bien que mensaje social contiene mi obra, o si contiene alguno. Pero en realidad no quiero que tenga ninguno. No me interesa el tema de intentar enseñar algo a la sociedad, o de intentar mejorar nuestro mundo de algún modo» Un tio honesto, sin duda.
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