El Sangrante derrama líquido vital por todos sus poros al no ser capaz de asimilar la inmensa cantidad de sangre proveniente de los asesinatos violentos, de todas las muertes no naturales que son su alimento. El Sangrante no pide nada a ELLOS ni acepta órdenes de ELLOS y al igual que Calavera Melenuda, los mira como niños que aún están aprendiendo. Junto a otros Arcanos Inmortales Primigenios compone el panteón de fuerzas elementales, de representaciones físicas de un actuar que está con ELLOS simplemente por aburrimiento. Estos Arcanos no aspiran a conquistar el mundo, quizá en sus comienzos alguno lo intentará pero tras miles de años de vida, sus únicas aspiraciones se reducen a mitigar el tedio de una vida que no pueden abandonar. El Sangrante en concreto quizá podríamos decir que es la única entidad que no ha debido preocuparse nunca de nada. No ha tenido que luchar contra nadie por sus ideas, no ha tenido que convencer a fieles para que lo adoren y la fe de estos alimente su deidad, no ha tenido que pactar con demonios para acrecentar sus poderes mágicos, no ha tenido que realizar mil estrategias mercantiles para conseguir la supremacía política y económica y hundir al mundo en la miseria… A El Sangrante le dan igual los humanos, ELLOS y Los Arcanos Inmortales Primigenios. Todos y cada uno de estos han realizado, realizan y realizarán alguna muerte violenta que lo alimentara…ETERNAMENTE.