Desayunabamos «krispis del mono» mientras veíamos los dibujos animados de turno. Después, ya vestidos, bajabamos a la tienda de chucherías donde cada día pedíamos una cosa distinta para comer más tarde en el recreo: Bollycaos, Phoskitos, Donuts, Negritos… Proseguiamos el camino con algún tesoro de los ya mencionados en la cartera y nos encaminabamos a El Callejón Primario para acortar camino. Antes de entrar agarraba fuerte la mano de mi madre mientras Ella me preguntaba si podía darle medio chicle de Boomer…