Tras muchos cuentecillos clásicos infantiles llego La Historia Interminable. Después vino Momo (dos veces). Proseguimos con variedades no terminadas: Alicia en el País de las Maravillas (versión clásica incomprensible para un público infantil), Mundodisco, Doneval… El Principito si lo acabamos hace poco. Todas estas son lecturas con Lola antes de dormir. A veces sucede que no tiene uno ganas de leer porque sea algo más tarde de lo habitual o este cansado así que si me pide cuento he desarrollado el truco de inventarme uno con la luz ya apagada. Quieras que no, es mas descansado y relajante. Son muchas las estupideces que he desarrollado y que ya ni recuerdo aunque últimamente he proseguido con este personaje: El Pájaro Cagón, que nos hace mucha risa. He decidido hacer alguna representación grafica de él y darle vueltas a ver si lo meto en alguno de mis guiones e historietas varias. Tiene tela lo que han dado de si las evocadoras lecturas al principio mencionadas.