Ha llegado el momento tío. ¿Qué por qué? Bueno, otras veces también habíamos tenido nuestros momentos pero ahora debía ser verdad. ¡Que pesado tío! ¡Son demasiados años juntos y el cuerpo va avisando! ¡¿Como que no lo escuche?! ¡¿Tendré que escucharlo si vivo dentro de él?! Que si tío, que si, que tenemos que dejarlo. ¿Como? ¿Qué quien es ese que he puesto a tu lado? Mmmm… A ver, es una paranoia, una manera de concienciarme, ¡de putearme incluso! ¡Solo puedo elegir uno! ¿Qué por que no puedo con los dos? Tío, porque si os cojo a los dos no funciona el invento; además ¡¿que pollas hago dándote explicaciones?! Ooootra vez con los años, que vale, que si, que muchos años, que blablablabla…¡¡Silencio!! Tengo que pensar, meditar, elegir, continuar solo con uno de vosotros… Oooommmmm…