>En el 26º Salón del Cómic de Barcelona no podía faltar la representación de Ediciones Cúbicas, que, a través de José Ángel Quintana llevó al salón del cómic su más flamante novedad: el Fanzipote 15.

La publicación, en la que se dan cita autores como Fernando, Shaggy, Juan Cubo, Claudio, Quintana, Tomás González, Luis Casado, Álvaro y Adrián, se vendió en el Salón a distintos aficionados que tuvieron el detalle de gastarse tres escasos euros para regocijo propio y de sus familiares. Todos los compradores fueron obsequiados con ejemplares de El Cubo 17 y 18 ( publicados a doble portada con La niña Alpargata) y El Cubo 32, principalmente.

Pero también algunos de los dibujantes más famosos del panorama nacional recibieron estos ejemplares. Así, tenemos la fotografía de Ibáñez contemplando las páginas del Fanzipote, a cuyos autores acusó, con su guasa habitual, de “ir camino de ponerlo en la puñetera calle”. A pesar de la kilométrica fila de personas que esperaban para que el padre de Mortadelo les firmara su ejemplar, Ibáñez dedicó un rato a hojear el Fanzipote de cabo a rabo, dando las gracias efusivamente por el regalo.

Más efusivo aún fue Juan Carlos Ramis ( Sporty, Alfalfo Romeo, Estrellito Castro…) quien dijo que no podía aceptar un fanzine “con ese nombre”. Más en serio, Ramis agradeció el obsequio, felicitó a sus realizadores y prometió leerlo con atención. Por su parte, Joaquín Cera (Pafman) recibió, a falta de Fanzipotes (ya se habían vendido todos) El Cubo 18 y El Cubo 32, que le fueron colados “de estrangis” mientras firmaba a sus fans. Algo agobiado por los mismos, Cera también nos dio las gracias por el obsequio.

Y ésta es la peripecia cúbica por el Salón del Cómic de Barcelona, a lo que hay que sumarle la difusión de Cubos de variado formato y numeración, tanto entre los viandantes como entre algunos de los puestos del Salón. Ahora, a esperar que aquellos compradores con los que mantenemos el contacto nos den su opinión.

Ediciones Cúbicas agradece la atención de todas las personas, anónimas o conocidas, que apreciaron su trabajo.

Y el que no se lo haya pillado…¡Todavía está a tiempo!